domingo, 28 de febrero de 2010

Stefano Landi IV: La Morte d'Orfeo Acto IV

Viene del Acto III

Mientras con tal canto el vate de Tracia sirve de guía a los bosques, a los ánimos de las fieras y a las rocas que lo siguen, he aquí que las mujeres de los Cícones, cubiertos sus delirantes pechos con pieles de fieras, contemplan desde la cumbre de una colina a Orfeo que acompasa su canto a las cuerdas tañidas. Una de entre ellas, agitando su cabello a través de las ligeras brisas, "Ea", dice, "ea, aquí está el que nos desprecia" y envió contra la cantarina boca del vate hijo de Apolo una lanza (...). Las rocas enrojecieron con la sangre del vate que ya no era oído. Y en primer lugar las Ménades se llevaron consigo las innumerables aves, absortas con la voz del que todavía cantaba, y las serpientes y el batallón de fieras, emblema del auditorio de Orfeo. Después con las manos ensangrentadas se vuelven contra Orfeo (...) y asesinan impías al que tendían las manos y en aquel momento por primera vez decía cosas que de nada servían y no las conmovía nada con su voz, y a través de aquella boca, por Júpiter, escuchada por las rocas y comprendida por los sentidos de las fieras, su alma exhalada se alejó a los vientos. A ti Te lloraron, Orfeo, las entristecidas aves, a ti la muchedumbre de fieras, a ti las duras rocas, los bosques que a menudo fueron en pos de tu canto. (...) Yacen diseminados tus miembros en distintos lugares. Tú, Hebro, acoges su cabeza y su lira y (¡oh, maravilla!) mientras se desliza en medio de la corriente, no sé qué quejidos lastimeros emite la lira, no sé qué lastimero murmura la lengua sin vida, no sé qué lastimero responden las orillas.
Ovidio, Metamorfosis XI 1ss.



La Morte d'Orfeo
Tragiccomedia Pastorale
Acto IV

Escena 1: El Fin del Banquete.

Volvemos en el transcurso del Tiempo y todavía no han matado a Orfeo, Mercurio aparece en la Fiesta, bajo las órdenes de Júpiter convoca a todos los Dioses presentes en el convite a regresar al Olimpo, a una reunión especial, dejando a Orfeo solo, este presintiendo su final, pide a los Dioses que no se olviden de él. Ya solo una profunda tristeza lo embarga, tanto es esta que casi ni puede tocar la lira, pues se siente inmóvil, entonces se refugia bajo un laurel, árbol de Apolo, a descansar.

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MERCURIO: (dal Ciel) MERCURIO: (Desde el Cielo)
Senatori dal Ciel, Numi sovrani
Per non lieve cagione del celeste governo
Giove v’attende al concistoro eterno.
Senadores de los cielos, dioses supremos,
por razones de peso del gobierno celeste,
Júpiter los espera en el consejo eterno.
UNO DEGLI DEI UNO DE LOS DIOSES
Dunque riman felice, ilustre semideo. Quédate aquí, feliz , ilustre semidiós.
TUTTI I DEI INSIEME TODOS LOS DIOSES
Dunque riman felice, ilustre semideo.
Già qui dimora a noi far più non lice.
Dunque riman felice.
Quédate aquí, feliz , ilustre semidiós.
Podemos estar aquí más tiempo.
Quédate aquí, feliz.
APOLLINO APOLO
Questa del tuo natal lieta ultim’ora,
Godi gioioso, Intanto faran plauso
le stelle al nostro canto.
Esta es la última hora de tu cumpleaños,
disfrútala, mientras que las estrellas
aplauden nuestra canción.
ORFEO ORFEO
It’al sacro consiglio del governo
del mondo, o sommi Dei!
E queste piaggie e queste lidi miei talor
mirate con sereno ciglio.
Ahimé, che al vostro dipartir si parte
Dal cor ogni mia gioi e ‘l pett’
Ingombr’horror, timor e noia.
Su, dolcissima cetra,
dilegua il repentino mio dolore;
Sù col tuo cant’ impetra.
Il primiero sereno al fosco core!
Ah! Che trema la mano!
E sento l’infelice nud’ombra d’Euridice che mi chiama!
Ove sei, dolce mia cara consorte?
Dove debbo venire? Ai regni, ai regni,
Dell’oscura norte? Vengo e yi seguro;
Ahí, lasso! Non puó spiegare un passo e’rigido il piede.
Dunque staromm’in quel cespuglio ombroso,
e darammi ristoro l’ombra soave del paterno alloro.
Vayan a su consejo sagrado del gobierno
del mundo, ¡Oh, dioses supremos!,
y miren a veces en estas mis riveras con ojos benévolos.
¡Ay!, con vuestro partir, también parte
de mi corazón toda la alegría,
y el temor, el miedo
y el cansancio pesa en mi pecho;
ven, dulce lira, disipa mi dolor repentino;
ven, y con tu canción restaura
su antigua serenidad a mi corazón triste!
¡Ay, mi mano tiembla!
¡Ay, las cuerdas están en silencio!
Y siento la infeliz sombra de Eurídice que me llama. ¿
Dónde estás, mi dulce, esposa querida?
¿Dónde debo ir? Al reino, al reinos de la oscura muerte?
Vamos, yo te sigo.
¡Ay, desfallezco! No puedo dar un solo paso:
Mi pie esta inmóvil.
Entonces me quedaré en esa espesura de sombra
y la dulce sombra del laurel de mi padre me dará reposo.

Escena 2: El ejército de las Ménades.

Las Ménades con su corazón inflamada de furia, cantando e invocando a Baco, se dirigen a asesinar a Orfeo, primero lo confunden con un animal, pero cuando se dan cuenta que es el Cantor, se dirigen prestas a cumplir la Venganza de Orfeo, la orquestación de  esta  escena tienen como componentes flauta y percusión instrumentos que se asocian con Baco.

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CORO DELLE MENADI INFURIANTE CORO DE LAS MÉNADES FURIOSAS
Bacco Niseo, Libero Bacco, Bacco Niseo,
Lieo Evio, Bacco Tirsigero.
Bacco Niseo, Libertino Bacco, Bacco Niseo,
Lieo Evio, Bacco de los Tirsos.
FURORE LA FURIA
Non ese pur’ancora il fuoc’ e pur omai
le visere divora. Fuora! Fuora! Furor che fai?
Impugn’ il tirso e scopri il ferro
Che s’io non erro ecco vicino Orfeo.
El fuego no ha surgido todavía, pero ya
devora las entrañas. Fuera, fuera! Furia,
¿qué están haciendo? Toma la vara, desenvainar la espada,
porque si no me equivoco, he aquí,
Orfeo se encuentra cerca.
CORO DELLE MENADI INFURIANTE CORO DE LAS MÉNADES FURIOSAS
Bacco Niseo, Libero Bacco, Bacco Niseo,
Lieo Evio, Bacco Tirsigero.
Bacco Niseo, Libertino Bacco, Bacco Niseo,
Lieo Evio, Bacco de los Tirsos.
UNA DELLE MENADI UNA DE LAS MÉNADES
Fermat’ il pie compagne,
ch’io ved’e non m’inganno un fiero lupo.
Paren, compañeras, porque veo,
Si no me engaño, un lobo feroz.
UNA DELLE MENADI UNA DE LAS MÉNADES
Dove s’appiatta? ¿Dónde está escondido?
UNA DELLE MENADI UNA DE LAS MÉNADES
Nell’orror cupo di quella fratta. En la oscuridad terrible de aquella maleza.
UNA DELLE MENADI UNA DE LAS MÉNADES
Lupo non è né fiera, e sembra un uomo,
anz’è ‘l nemico Orfeo.
No es un lobo, ni bestia salvaje, es un hombre,
de hecho, es nuestro enemigo Orfeo.
CORO DELLE MENADI INFURIANTE CORO DE LAS MÉNADES FURIOSAS
Bacco Niseo, Libero Bacco, Bacco Niseo,
Lieo Evio, Bacco Tirsigero.
Bacco Niseo, Libertino Bacco, Bacco Niseo,
Lieo Evio, Bacco de los Tirsos.
UNA DELLE MENADI UNA DE LAS MÉNADES
Dunque s’uccida dove s’annida. Matémoslos a donde se esconde.
UNA DELLE MENADI UNA DE LAS MÉNADES
Dunque a vendetta corriamo in fretta. Vamos rápido a obtener la venganza.
CORO DELLE MENADI INFURIANTE CORO DE LAS MÉNADES FURIOSAS
Bacco Niseo, Libero Bacco, Bacco Niseo,
Lieo Evio, Bacco Tirsigero.
Bacco Niseo, Libertino Bacco, Bacco Niseo,
Lieo Evio, Bacco de los Tirsos.

Escena 3: Intuición de Madre.
Calíope: En la mitología griega, Calíope (en griego antiguo Καλλιόπη Kalliópê, ‘la de la bella voz’) es la musa de la poesía épica y la elocuencia. Se le representa con las características de una muchacha de aire majestuoso, llevando una corona dorada, emblema que según Hesíodo indica su supremacía sobre las demás musas. Se adorna con guirnaldas, llevando una trompeta en una mano y un poema épico en la otra. Como las demás musas, Calíope es hija de Zeus y Mnemósine (la Memoria). Se casó con Eagro y con él fue madre de Orfeo, Marsias y Lino, si bien también se dice que el padre de este último fue Apolo. Con Estrimón, uno de los oceánidas, fue madre de Reso, un rey tracio que murió en la Guerra de Troya el día siguiente de su llegada. Estrabón afirma que fue madre con Zeus de los Coribantes. Algunas fuentes le atribuyen la maternidad de Himeneo, dios de los esponsales y del canto nupcial, si bien otras afirman que era hija de Clío o Urania. Se dice que Calíope quedó prendada de Heracles y le enseñó el modo de reconfortar a sus amigos cantando en los banquetes. En otra ocasión Zeus le encargó la resolución de la embarazosa disputa entre Afrodita y Perséfone por la custodia (y disfrute) de Adonis. La resolvió decidiendo que Adonis pasase cuatro meses con Afrodita, cuatro con Perséfone y los cuatro restantes del año con quien él eligiera. Adonis siempre escogió a Afrodita porque Perséfone era la diosa fría e insensible del inframundo.

Calíope la madre de Orfeo, presiente que algo pasó con su amado hijo, incluso parte del lugar donde se encuentra para ir al encuentro de Orfeo, entonces se da cuenta que el río Hebro está palido, esto aumenta sus temores. Algo malo ocurrió con su hijo.

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CALLIOPE CALÍOPE
Il desio di veder l’amato figlio, le colinette
amene mi fa lasciar di Pindo e di Pirene.
M aquel torbid’ohime!
Pallid’humore che versa l’Ebro mio fuor dell’usato,
a lagrimar m’invoglia ad isfogar la doglia ch’in
mezza la dolcezz’ amara nasce, e nat’ appena in fasce,
mille dardi crudeli avventa nel mio core,
saettatric’esperta di dolore.
Ô doc’aure soavi, voi che sí liete sussurrando
intorno v’aggirate d’Orfeo al bel soggiorno,
ditegli che s’envoli a questa riva,
acció la lusinghiera sua cetra mi console e ‘l mio duolo pera.
El deseo de ver a mi hijo querido me hace renunciar
a la bonita colina del Pindo y pireno.
Pero, por desgracia, la nubes,
el agua que fluye pálida en mi Hebro,
a diferencia de su composición usual,
me tienta a llorar y derramar el dolor
que surge amargo en medio de estos placeres,
y, apenas nacido,
un incendios de un millar de flechas crueles en mi corazón,
como un experto arquero en el dolor.
¡Oh, dulce, suave brisa, tú que tan felizmente murmurando,
juegas alrededor de Orfeo en su morada bella,
dile que venga a esta orilla de manera que su suave lira puede consolarme,
y mi dolor se puede terminar.

Escena 4 Final. La muerte de Orfeo.
El pastor Fileno con una gran pena le describe la Muerte de Orfeo a Calíope y como las Ménades aparte de matarlos descuartizaron el cuerpo de Orfeo y esparcieron sus parte por distintos lados, Calíope horrorizada, así como Isis hizo con Osiris, promete recorrer el mundo para juntar las partes del cuerpo de su hijo.

Un coro de pastores culmina la escena y el acto, con un gran lamento por la muerte de Orfeo.

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FILENO FILENO
Versate ahimé!
Versat’amarissimi lumi,
Amarissimi fiumi,
Che gorgogliando detinó pietade.
Derrama, ¡ay!
Derrama, los ojos más tistes,
Derrama ríos de lágrimas amargas,
Que, burbujeante, despertará compasión.
CALLIOPE CALÍOPE
Narra Fileno, narra il tuo dolore. Narra Fileno, cuéntame tu dolor.
FILENO FILENO
Lacera o madre, il crine
Vesti dibruno, ô terr’, i tuo fioretti,
E scopri all’onde d’oro
D’Ebr’infelice
Il lucido Tesoro.
Arranca tu cabello, oh madre!
Vestido de luto, oh tierra, tus florecillas,
y mostrar las ondas doradas
del infeliz Hebro
tu tesoro reluciente.
CALLIOPE CALÍOPE
Ahimé! Qual flébil suono
Acutissimi dardi al cor m’avventa.
Ah! Voce no, ma tuono,
Ond’il fulmin’ oro r l’alma paventa.
Parla crudel! E non m’uccider sempre
In si dogliose tempre.
¡Ay, qué triste sonido
agudo dardo que traspasa mi corazón!
¡Ah, tu voz, como un trueno,
relámpagos que a mi alma atormentan.
Habla, cruel, y dejar de
matarme con esta dolorosa duda.
FILENO FILENO
Parlerà , ch’io non posso, il mio dolore;
Parleranno le lagrime’e i sospiri,
Parleran queste selv’e questi colli,
Fatti loquaci al suon de’miei martiri
En el sangue d’Orfeo tiepid’e molli.
Hablará, yo no puedo, mi dolor
Hablarán mis lágrimas y mis suspiros;
Hablarán estos bosques y colinas,
será elocuente al sonido de mis tormentos,
todavía caliente la sangre de Orfeo.
CALLIOPE CALÍOPE
Dunque il mio dolce figlio giace nel sangue suo
fatto vermiglio. Deh! Narra qual si sia.
La sua sventura e l’aspera pena mia.
Entonces, mi dulce hijo está tendido en su sangre,
se volvió a carmesí. Por favor,
cuéntame su desgracia y mi amargo sufrimiento.
FILENO FILENO
Narreró s’il dolore
Lascia alla voce il suon, la vita al core.

Sotto l’ombra di bel crinit’ alloro,
In gremb’a verde e presione erbette,
Press’a un ruscello al gorgogliar canoro.
Di linfe fuggitive e garrulette,
Prendev’Orfeo grattissimo ristoro
Rallentando le pen’ al cor ristrette
E facea con soavi e mesti carmi
Indurir l’onda, intenerir i marmi.

Era bianca colonna, ebúrnea mano,
Alla purpurea gota appoggio fido,
Avea gl’occhi rivolti al Cielo invano
Al Ciel ch’è sordo di sospiri al grido;
Facea l’aurata cetr’il duol insano
Muta giacer nel strpitoso lido
Ch’Ebro mordendo bagna, e parea dire
“Vedimi Orfeo al tuo languir languire”.

Con gemer lieve e sospirar profondo
Ei rimembrava intanto, e mala dice
L’Inesorabil Fato che dal mondo
Tols’il suo ben e sospirando dice:
“Fato crudel, ben mai riposto al fondo
D’un pelago di lagrime infelice”
Volea pur dir, ma ruppe il cant’e’l duolo
Un confuso ulular s’armato stuolo.

Volge Orfeo gl’occhi lagrimosi e vede
Venir contro di sé con tirs’ignudi
L’infuriate Menadi e ben crede
Poter placar di donn’i petti crudi,
Prende la cetra abbandonata e fiede
Le fila d’oro che piegar gl’incudi,
Ma invan corre la man suona la cetra,
Ch’infuriate donne han cuor di pietra.

Dunque mentre la man doce sonava,
Ahí! Dispietato e più che crud’affetto!
Mentre col suon’l canto gareggiava
E ne prendean le selv’e ‘l Ciel diletto,
Giuns’il Furor dov’Amor si stava
Tra molli piume dell’eburneo petto,
Quivi con mille colpi, empie, il feriro,
Onde l’anim’ e’ l canto insieme usciro.
Te diré, si la tristeza
sale de mi voz de su sonido, su corazón y mi vida.

Bajo la sombra de un hermoso laurel,
en medio de la hierba verde hermoso,
por un arroyo, con el rumor
melodioso murmullo de las aguas rápidas,
Orfeo tomaba un merecido reposo ,
aliviaba los dolores encerrado en su corazón,
y tan dulce y triste era su canto
que endureció las olas y derritió la piedra.

La mano de marfil, como una columna blanca,
se apoyó a su mejilla rosada.
volvió sus ojos al cielo en vano,
un cielo sordo a los gritos de sus suspiros;
frente a la pena calló su dorada lira quedando
solo el ruidoso murmullo en las orillas
que el Hebro baña, y parecía decir:
"¿Me ves, Orfeo, languidezco mientas languideces".

Mientras tanto, con suave llanto y suspiros,
recordó, al maldito destino inexorable que
se llevó a su amada de este mundo,
y suspirando declaró: "Destino cruel,
infeliz me has sumido en el fondo de un mar de lágrimas!"
Quería decir más, pero su canto
y su dolor fueron interrumpidos
por los confusos aullidos de una muchedumbre armada.

Orfeo volvió los ojos llorosos
y vio a las ménades frenéticas
de venir a atacarlo con sus tirsos desnudos,
y él realmente creía que podía calmar
a los corazones crueles de estas mujeres.
Se apoderó de su lira abandonada
y pulsó las cuerdas de oro que
yunques habían forjado;
Pero en vano mueve su mano tocando Lira,
el corazón de las mujeres enfurecidos es de piedra.

Entonces, mientras que la mano dulce tocaba
(¡Ay, qué depiadado y cruel sufrimiento!),
mientras que la canción encantaba a los cielos
y los bosque por igual,
La Furia llego adonde el Amor estaba,
con el plumaje suave de su pecho de marfil:
y a continuación, con un millar de golpes,
las mujeres crueles, lo golpearon,
y así partió el alma y la canción juntos.
CALLIOPE CALÍOPE
Ahí! Dolor che m’uccidi! Morte,
che con un dardo, a volar lieve, a ritenersi tardo,
due vit’abbati e due alme dividi.
¡Ay, el dolor me mata! La muerte,
que con un dardo, rápido para volar todavía lento para frenar,
dos vidas abatió y dos almas dividió
FILENO FILENO
Anz’eco appunto ch’Ebro fra le lagrime
sue ti porta avvolto tra bianchi lini tua prol’ il volto.
E par che dica all’onde in dubio suono:
“Cantate voi ora che muto io sono”
Pero he aquí, ví que El Hebro,
en medio de sus lágrimas te está trayendo,
envuelto en lino blanco, la cabeza de tu hijo,
que parece decir a las ondas en un tono incierto:
"Hay que cantar, ahora que estoy mudo "
CALLIOPE CALÍOPE
Ahí vista! Ahí figlio! Ahí Ciel! Ahí numi!
Ahí sorte! Serbatea me la vita,
al figlio date acerbissima norte?
Ahí figlio! Chi t’uccise?
Figlio, rispondi, o figlio!
Quell’eburneo collo
Ahí! Chi’l recise?
¡Ay, qué espectáculo! ¡Ay, mi hijo! ¡Ay, cielos! ¡Ah, dioses!
Ah suerte! Me dejas vivir,
y le das la mas ásperas de las muertes a mi hijo?
¡Ay, mi hijo!, ¿quién te mató?
Hijo mio, responde, hijo mio¡
Ay,¿ quién cortó tu cuello de marfil?
FILENO FILENO
Nel pett’ahimé! Di femmine crudeli
Ove di crudeltà si pasc’il core
Nacque e crebbe di subit’il Furore.
¡Ay!, en el seno de la mujer cruel,
donde el corazón se alimenta de la crueldad,
La Furia nació y creció rápidamente.
CALLIOPE CALÍOPE
ADonne crudel’ingrate omicide
il laceraro tutto a brano a brano
e le stillanti membra or
seminando van per mont’ e piano
Mujer cruel e ingrata,
pagarás la pena con tu culpa injusta
contra mi dolor justo? Pero, mientras tanto,
¿quién me devolverá el cuerpo mutilado?
FILENO FILENO
Ahí! Che l’empie omicide
il laceraro tutto a brano a brano
e le stillanti membra or
seminando van per mont’ e piano.
Por desgracia, la despiadada asesinas
descuartizaron todo el cuerpo, y ahora
las están dispersando las partes
que sangra sobre la colina y valle!
CALLIOPE CALÍOPE
Anderó dunque pria che’l duol m’uccida,
L’innocenti reliquie del mio bene,
Raccogliendo, sospir, lagrim’e pene.
Entonces me iré, antes que la pena me mate,
para recoger los restos de mi inocente hijo querido,
los suspiros, las lágrimas y los sufrimientos.
CORO DEI PASTORI A 6 CORO DE PASTORES A 6 VOCES
O tutti raccolti, da’piagge da’monti,
Nei rivi e nei fonti sospiri sepolti,
Venite scemando i lumi d’umore
Venite colmando i cuor di dolore.
Todos recojamos, por las costas y montañas,
los suspiros enterrados, y virtamos las lágrimas
de nuestros ojos en los ríos y fuentes.
y llenemos nuestros corazones con dolor.
A 3 TRES PASTORES
È morto, ahí! Chi piange?
È morto, ahí! Chi geme?
Il petto che frange di Tracia la speme;
É muta la lira che trasse le selve,
che l’ira feroce placó delle belve,
É muta ahí! La lira che vinse l’Inferno,
Ch’ai regni dell’ira diè dolce governo,
Con tremoli accenti già fece fermare
La furia de’venti, l’orgoglio del mare.
Él ha muerto, ¡ay! ¿Quién llora?
Él ha muerto, ¡ay! Que los gemidos?
El corazón que rompe con la esperanza de Tracia;
La lira silenciosa que cautivó a los bosques,
que calmó la ira feroz de las fieras.
Calló, ay, la lira, que venció al infierno,
que dominó suavemente los reinos de la ira;
con sus trémolos que había hecho
callar a la furia de los vientos,
y la arrogancia de la mar.
CORO DEI PASTORI A 6 CORO DE PASTORES A 6 VOCES
Or, lacera, esangue, si giace la prole,
Qual fiore che langue, reciso dal Sole.
O ferro spietato! O mano crudele!
O quanto hai versato d’assenzio e di fiele!
Ahora, lacerado y desangrado,
sin descendencia, como una flor que languidece,
lejos de sol. Oh espada sin piedad! ¡Oh mano cruel!
¿Cuánto as pagado en ajenjo y hiel?

Fin del Cuarto Acto.
Esta historia continuará en el Acto V

Sobre la Versión:
Director: Françoise Laserre

Cantantes: Cyril Auvity, Guillemette Laurens, Dominique Visse, Jan van Elsacker, Damien Guillon, Aurore Bucher, Emmanuel Vistorky, Vicente Lesage, Bertrand Dazin, Geoffroy Buffière, Cécile Kempenaers, Cécile Vieslet, Laurence Renson.

Coro: AKADÊMIA

Orquesta: AKADÊMIA

Casa: Zig-Zag Térritories
CD: 2
AÑO: 2006
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Los Intérpretes:
  • Mercurio: Bertrand Dazin - Referencia en el Acto II 
  • Apolo y La Furia: Vicente Lesage - Referencia en el Acto II 
  • Orfeo: Cyril Auvity - Referencia en el Acto II 
  • Calíope: Guillemette Laurens - Referencia en el Acto I 
  • Fileno: Jan van Elsacker - Referencia en el Acto III



eldalai - se agradecen comentarios

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